El Día Internacional de la Mujer de esta semana es una gran oportunidad para recordar cómo el cannabis ha ayudado a las mujeres a lo largo de la historia de la humanidad a sobrellevar las condiciones médicas relacionadas con la fisonomía femenina y sobre todo lo más importante resaltar el aporte de personajes femeninos que han marcado la historia de la marihuana.
El cannabis ayuda a millones de personas en todo el mundo, pero también específicamente a las mujeres, y no solo hoy.
Situación en México
La despenalización de la marihuana en México no es una lucha ajena a las mujeres. Existen dos casos emblematicos en Mexico, la mamá de Grace, Mayela Elizadoque gano un amparo en la suprema corte de justicia asi como Maria Garfias.
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Desde 2006 ha sido patente no sólo su participación sino también su liderazgo, y de manera más visible desde el 2015, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) otorgó el primer amparo para el consumo lúdico de cannabis a cuatro personas, una de ellas, mujer.Mayela Elizalde
Maria Garfias declaro “Esta no solamente es mi lucha —aclara Margarita Garfias, mamá de Carlos, un joven con discapacidad múltiple—, es la lucha de miles de madres en la República Mexicana”. Una lucha a la que las familias se enfrentan solas y que, en la mayoría de los casos, termina convirtiéndose en una batalla sólo de las mamás con hijos o hijas que tienen algún tipo de padecimiento como epilepsia refractaria, o enfermedades poco comunes.
Las mujeres y la Marihuana en la historia
Hatshepsut y el cannabis en el antiguo Egipto
Hatshepsut vivió en el 1400 a.C. y es una de las pocas mujeres faraonas de la historia de Egipto. Se dice que la faraona utilizaba el cáñamo para controlar los dolorosos síntomas menstruales
Alrededor del año 1550 a.C., se produjo el Papiro Ebers, que destaca el uso del cannabis para la ginecología. Se publicó un poco antes de que Hathsheput subiera al trono y es probable que siguiera sus consejos medicinales, al igual que otros miembros de la cúpula de la sociedad egipcia.
En el Papiro de Ebers menciona el cannabis como una ayuda para el parto, la depresión y la inflamación, así como uno para varios otros problemas de salud
Una fórmula para la salud femenina es la siguiente:
Fórmula No. 821: El Shemshemet (es decir, el cannabis) debía ser “molido en miel; introducido en la vagina para enfriar el útero y eliminar su calor”.
Otra fórmula a base de cannabis para “un dedo de la mano o del pie dolorido” es lo suficientemente eficaz como para que los médicos reciban instrucciones de animar a sus pacientes: “debes decirle a este paciente: ‘un problema que puedo tratar’”.
Fórmula No. 821: “miel: 1/4; ocre 1/64; cannabis: 1/32; resina hedjou: 1/32, planta ibou: 1/32. Preparar como en el caso anterior, y vendar [la zona afectada] con ella”.
Edad Media
Hildegard von Bingen y el cannabis como hierba medicinal
Hildegard von Bingen fue una monja alemana que vivió durante la Edad Media. Más tarde santa en la Iglesia católica, von Bingen tenía mucho que decir sobre la medicina en una época en la que se esperaba que las mujeres guardaran silencio sobre temas académicos. Von Bingen tenía un interés particular en la medicina herbal y escribió en su guía de salud Physica que el cáñamo podía utilizarse para una variedad de tratamientos, según el libro de Ethan B. Russo de 2013, Cannabis and Cannabinoids: Pharmacology, Toxicology, and Therapeutic Potential. Russo cita las recomendaciones de von Bingen de aplicar un paño de cáñamo curativo para aliviar las heridas y de comer cáñamo para reducir otros tipos de dolor, incluidos los de cabeza.
Von Bingen escribió sus remedios para un público alemán del siglo XII, pero los estudios científicos modernos han indicado que sus opiniones sobre el cáñamo pueden haber sido acertadas. El aceite de CBD, derivado del cáñamo, tiene una larga lista de usos terapéuticos potenciales para una serie de dolencias, como la ansiedad, la inflamación y la epilepsia.
Dando su propio giro místico al cannabis, von Bingen mostró cómo la planta puede formar parte de un estilo de vida sano y equilibrado. Como escribió en su texto pionero Causas y Curas, «El alma ama la moderación en todas las cosas….así que en todas las cosas deja que la gente mantenga un equilibrio adecuado.»
En uno de sus libros de botánica, Santa Hildegard dedicó un capítulo sobre las aplicaciones del uso medicinal del cannabis
En el libro de Santa Hildergard titulado “Physica”, la monja escribió un capítulo entero en el que hablaba sobre todos los usos y aplicaciones que ella misma había descubierto acerca del cannabis en torno a la curación de algunas enfermedades y la actuación de la planta, sus semillas y diferentes tinturas como paliativo para diferentes dolores. En el capítulo 11 ella mismo escribiría sobre el cáñamo que:
‘Sus semillas son sanas y saludables para que las personas las coman. Es absorbido fácilmente por el cuerpo y disminuye los malos humores, para que los buenos persistan. Su planta, también cura úlceras y heridas’
No sólo hablaba sobre sus efectos, también en esa parte del libro, explicaría incluso como crear tinturas o aceites para la aplicación práctica de los efectos del cannabis. La mujer fue una revolucionaria en su tiempo, y no estaría de más que muchos detractores de la planta, conocieran un poco más la cantidad de referencias y escritos que hay sobre el cannabis como medicina a lo largo y ancho de la historia. Por ello, hemos querido poner en boga de nuevo esta historia, para mostrar que los descubrimientos sobre los beneficios del cannabis llevan en la cultura popular de los diferentes continentes mucho más que las propias universidades que, a día de hoy, son el argumento de autoridad final.
Siglo XIX
Los dolores menstruales de la Reina Victoria y la marihuana medicinal en Europa.
La era victoriana del siglo XIX fue uno de los periodos socialmente más restrictivos de la historia de Inglaterra, sin embargo, la mujer en el centro de este conservadurismo puede haber participado en una actividad muy progresista: el consumo de hierba.
La reina Victoria, que gobernó el Imperio Británico de 1837 a 1901, fue la monarca gobernante más antigua de Inglaterra. El equipo médico de Victoria estaba recetando marihuana para su dolor menstrual. Se convirtió en la primera paciente conocida de marihuana medicinal del mundo.
Su médico privado, y la fuente del cannabis, fue Sir J. Russell Reynolds, quien escribió en 1890 que «cuando está puro y se administra con cuidado, [el cannabis] es una de las medicinas más valiosas que poseemos».
Por los registros médicos e históricos de la reina Victoria, sabemos que sufría de cólicos menstruales, que eran particularmente graves.
Reynolds, quien, como muchos académicos británicos en ese momento, pasaba su tiempo en la India. Como resultado, estuvo expuesto a la planta de cannabis y especialmente a sus usos en la medicina popular en Oriente.
Reynolds estudió la planta durante 30 años y estaba muy entusiasmado con todo su potencial y todos sus usos en el campo médico. Entre otras cosas, declaró que «la planta es eficaz en casos de calambres musculares y menstruales».
Lo que Reynolds encontró en el siglo XIX sigue siendo relevante hoy en día y lo confirman muchos investigadores en la actualidad. En el caso de la menstruación acompañada de calambres y dolor, el componente CBD del cannabis ayuda a relajar los músculos y aliviar el dolor y que el componente THC tiene un efecto sinérgico que amplifica el efecto del CBD.
Entra a la sección de estudios clínicos sobre el CBD de Cannatlan.
Siglo XIX
La reina Victoria y el cannabis en una época conservadora
La era victoriana del siglo XIX fue uno de los periodos socialmente más restrictivos de la historia de Inglaterra, sin embargo, la mujer en el centro de este conservadurismo puede haber participado en una actividad muy progresista: el consumo de hierba.
Según varias fuentes, la reina Victoria podría haber recibido cannabis de su médico para aliviar los dolores menstruales. Richard J. Miller, profesor de farmacología de la Universidad de Northwestern, escribió en su libro de 2013 Drugged: The Science and Culture behind Psychotropic Drugs, «Incluso a la reina Victoria le recetaron una tintura de cannabis. Se cree que le divertía (quizás le divertía mucho)».
Otras fuentes debaten el consumo de cannabis de la reina Victoria, pero un artículo publicado en History Press muestra su lado progresista. Revela que la realeza fue una de las primeras personas notables en probar el cloroformo. Según el artículo, la reina Victoria lo utilizó para calmar el dolor del parto de su hijo menor, Leopold, en 1853. Su médico, el Dr. John Snow, registró que la reina Victoria dijo que el cloroformo era «calmante, tranquilizador y delicioso sin medida
Louisa May Alcott y el cannabis en la literatura
La autora estadounidense Louisa May Alcott, más famosa por haber escrito la exitosa novela «Mujercitas» en 1868, escribió un cuento menos conocido llamado «Juego peligroso» en el que los personajes experimentan con hachís. En una reedición del cuento en 2007, Alcott describe el efecto del hachís en los personajes con un lenguaje etéreo: «Una ensoñación celestial se apodera de uno, en la que se mueven como si estuvieran en el aire. Todo es tranquilo y encantador para ellos: ningún dolor, ninguna preocupación, ningún miedo a nada, y mientras dura uno se siente como un ángel medio dormido».
Aunque los escritos de Alcott no entren en la categoría de activismo, es evidente que el cannabis influyó en su obra. Las experiencias de sus personajes parecen increíblemente vívidas, pero es pura especulación si la autora tomó la planta ella misma.
Siglo XX
Margaret Mead y la guerra contra las drogas
La antropóloga cultural estadounidense Margaret Mead fue una de las mujeres del siglo XX que más se pronunció sobre el tema de la legalización de la marihuana. Nacida en Filadelfia, Pensilvania, en 1901, Mead se doctoró en la Universidad de Columbia antes de viajar por todo el mundo para realizar trabajos de campo y desafiar las convenciones sociales occidentales en ámbitos controvertidos, como la sexualidad.
El 27 de octubre de 1969, en el punto álgido de su carrera, Mead pronunció un apasionado discurso en una audiencia del Senado, en el que defendió que se permitiera fumar marihuana a cualquier persona mayor de 16 años. En el discurso, Mead dijo que mantener la marihuana ilegal era similar a «una nueva forma de tiranía de los mayores sobre los jóvenes», según un artículo de 1969 publicado en los archivos de la Colección de Periódicos Históricos de Colorado. El respetado autor continuó denunciando la hipocresía de criminalizar el consumo de marihuana, señalando: «Tienes al adulto con un cóctel en una mano y un cigarrillo en la otra… esto es insostenible…»
Mead argumentó además que la marihuana «no tiene los efectos tóxicos que tienen los cigarrillos», no es adictiva como la heroína y es más suave que el alcohol. De hecho, afirmó que «el intento de restringir el uso de esta opción juvenil ha tenido consecuencias sociales más graves que las asociadas a la Prohibición de los años 20».
Pero sus peticiones cayeron en saco roto y precedieron a medidas legales aún más estrictas contra la marihuana cuando el presidente Nixon lanzó la Guerra contra las Drogas en 1971. Margaret Mead murió en 1978, antes de que la Guerra contra las Drogas se intensificara en la década de 1980 bajo la Administración Reagan y desencadenara una oleada de detenciones relacionadas con la marihuana dirigidas a las comunidades minoritarias
Brownie Mary (1922-1999) es una de nuestras heroínas. Se hizo famosa por hornear brownies de #marihuana medicinal para enfermos de sida, mucho antes de que se aprobaran las leyes de la marihuana medicinal»
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