Actualmente hay dos medicamentos farmacéuticos a base de cannabis aprobados para pacientes con cáncer en los Estados Unidos: Dronabinol (Marinol®) y Nabilone (Cesamet®).
Un tercer medicamento, Sativex (Nabiximil®), está aprobado en los Estados Unidos, Europa, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. También se vende con diferentes nombres en muchos otros países del mundo, como Mevatyl® en Brasil.
Cada uno de estos medicamentos se basa en los cannabinoides producidos naturalmente por la planta de cannabis, como el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol).
La ciencia farmacéutica ha estado interesada en estas dos moléculas como un nuevo tratamiento potencial para pacientes con cáncer durante los últimos 20 años. Sin embargo, solo en los últimos 10 hemos logrado avances importantes en la comprensión de cómo funciona realmente para esta desafortunada enfermedad.
Hoy en día, una gran cantidad de investigación está analizando los efectos específicos del cannabinoide no psicoactivo (CBD) como un posible tratamiento para el cáncer. Hemos estado viendo algunos resultados muy positivos, pero la investigación sobre esta interacción todavía tiene un largo camino por recorre
¿Qué es el cannabis medicinal?
¿Son buenos los cannabinoides para el cáncer?
Se ha demostrado científicamente que los cannabinoides pueden ser beneficiosos en el tratamiento de cánceres. Sin embargo, no todo es mágico. A pesar de que los resultados obtenidos son satisfactorios, los estudios que se han llevado a cabo sobre los efectos del cannabis en las células cancerígenas, han sido en animales o en células cultivadas en laboratorios. Por esto, muchas personas han optado por experimentar con la marihuana y sus derivados como complemento de sus terapias regulares en el tratamiento del cáncer. No obstante, es importante saber que no es un tratamiento sustitutivo ni mucho menos.
Hay investigaciones que han demostrado que diferentes cannabinoides ejercen efectos que inhiben el crecimiento de las células cancerígenas, es decir, la muerte de las células tumorales sin que las sanas se vean afectadas (apoptosis); la inhibición de la metástasis y reducción de la formación de tumores que resulten tras la aparición de nuevos vasos sanguíneos. Sumado a esto, están también los efectos positivos sobre los trastornos del sueño, la pérdida del apetito, las náuseas, la ansiedad y depresión, que pueden ser efectos colaterales del cáncer.
Es por esto que cada vez son más los pacientes oncológicos que se acercan a la marihuana, buscando soluciones a los efectos secundarios de los tratamientos a los que están sometidos y con la esperanza de experimentar los beneficios antitumorales. Algunos de los posibles efectos positivos son:
1. Actividad antitumoral
Según los estudios que se han realizado en animales y en laboratorios, se ha podido observar que los cannabinoides pueden afectar a las células cancerosas, pero mantienen a salvo a las normales. También evitan la inflamación del colon, por lo que podrían disminuir el riesgo de padecer cáncer de colon y en el caso específico del THC, mantiene estos mismos efectos en células del cáncer de pulmón y cáncer de mama.
2. Estimulación del apetito
Uno de los grandes problemas del cáncer son los enormes efectos colaterales de los tratamientos que deben hacerse para superar la enfermedad. La quimioterapia trae consecuencias devastadoras, y una de ellas puede ser principalmente la pérdida completa de apetito.
No son pocos los estudios que han concluido que el cannabis aumenta las ganas de comer. La ingesta calórica se ve beneficiada, en este caso gracias al THC, que contrarresta con sus propiedades a la pérdida de apetito. Esto puede ser un aliado importante durante el tratamiento del cáncer.
3. Alivio del dolor
Entre los cannabinoides con mayor efecto demostrado para el tratamiento del dolor, se encuentran el cannabidiol (CBD) y el cannabigerol (CBG), pues su acción incide directamente sobre los puntos donde se genera el dolor, actuando como un analgésico y calmante.
El cáncer, aunque no se hable mucho de eso, es una enfermedad profundamente dolorosa. Las constantes afecciones que genera causan diferentes dolores y una indisposición completa. El cannabis puede servir de ayuda en este caso, ya que tiene propiedades analgésicas que fungen de tratamiento en la fibromialgia, y también en las consecuencias del cáncer.
4. Ansiedad
Enfermedades como el cáncer traen consecuencias lamentables en lo que respecta a la tranquilidad del organismo. Por ende, los pacientes son víctimas frecuentes de crisis de ansiedad, que les impiden mantenerse estables en su situación. Precisamente, el tratamiento de la ansiedad es la característica más conocida del CBD, el componente no psicoactivo más famoso del cannabis.
Existen estudios que determinan que la ansiedad social puede ser reducida por el CBD. En un ambiente tan preocupante como el de una enfermedad como el cáncer, este cannabinoide podría resultar eficiente, sin que se generen efectos alucinógenos. Algunos pacientes no pueden relajarse ni siquiera estando acostados, ante lo que el CBD podría generarles un efecto tranquilizante.
5. Sueño
Los trastornos de sueño también son comunes en pacientes de cáncer. Muchas de estas personas están postradas a una cama, pero aun así no consiguen conciliar el sueño. El cannabis es un aliado también en esta materia, debido a que tanto el THC como el CBN tienen propiedades que ayudan a combatir el insomnio.
Por una parte, el THC es el cannabonoide que puede inducir el sueño, al interactuar con los receptores CB1. Este también sería el encargado de hacer que el sueño pudiera perdurar, por lo que consumir cannabis con THC puede derivar en un mejor descanso, a pesar de tener que lidiar con sus efectos alucinógenos.
No obstante, el mejor cannabinoide para tratar el insomnio, incluso en aquel provocado por el tratamiento del cáncer, es el CBN. Este componente es un sedante sumamente fuerte que permite aumentar las horas de sueño, pero que, a su vez, te dopa. Este poco conocido cannabinoide puede ser una solución, pero siempre bajo supervisión médica.
¿El cannabis sirve para las náuseas de la quimioterapia?
Los estudios que se han hecho al respecto han demostrado que el cannabis sirve para aliviar las náuseas causadas por la quimioterapia. De nuevo, el THC, a pesar de ser un componente psicoactivo, resulta ampliamente beneficioso en la inhibición de las náuseas y el vómito, incluso aquellas generadas por la quimioterapia.
El aporte en esta materia es tal que el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos resalta el fruto de las investigaciones que han devenido en la consideración del THC como un aliado en la reducción del vómito en pacientes de quimioterapia. De nuevo, el cannabis se planta como una ayuda a lidiar con los efectos más negativos de esta enfermedad.
¿El cannabis es bueno para la quimioterapia?
Si estás en un tratamiento de quimioterapia, el cannabis podría ser un aliado beneficioso en todo el proceso. De hecho, el cannabis en el cáncer se usa principalmente para combatir los innumerables efectos secundarios provenientes de la aplicación de la quimioterapia.
Dolor crónico, inflamación, insomnio, ansiedad y, especialmente, falta de apetito son síntomas generados principalmente por la quimioterapia y el tratamiento del cáncer en general. El papel del cannabis en este caso es de acompañante, al fungir como una ayuda natural que alivie las consecuencias inevitables del fuerte pero necesario tratamiento de quimioterapia.
¿Cuáles son los beneficios del CBD en el cáncer?
El CBD es un cannabinoide que tiene un beneficio antitumoral y analgésico. Hay científicos que han analizado cómo pueden interactuar cannabinoides como el CBD en conjunto con otros fármacos y tratamientos, y combinados con quimioterapia. De estos estudios se desprende que el CBD por sí solo es un muy buen antitumoral y que además puede potenciar el efecto de medicamentos sintéticos, para poder reducir la dosis tóxica mientras se obtiene el mejor resultado.
Es por esto que el CBD se ha visto como una esperanza al representar una terapia no tóxica que pueda funcionar en ciertos tipos de cáncer. Además, podría servir sin los efectos añadidos de la quimioterapia, que tienden a causar daños indiscriminados en el cerebro y el resto del cuerpo.
¿CBD o THC para cáncer?
Tanto CBD como THC son opciones válidas como ayudantes en el tratamiento del cáncer. Sin embargo, la manera en que se consumen estos cannabinoides también es importante. La verdad, es que la inhalación es una de las formas más populares para consumir marihuana porque así el paso de los cannabinoides al torrente sanguíneo es más rápido y efectivo.
Sin embargo, para el cáncer, el cannabis no necesariamente tiene que fumarse. La ingestión por vía oral puede ser por medio de aceites, gomitas o comestibles, pero también puede ser de forma tópica usando cremas o geles. Cuando se trata de aceites, por ejemplo los de CBD, normalmente se coloca un par de gotas debajo de la lengua o se disuelve en otra bebida para que la absorción sea más rápida y no corra el riesgo de degradación al entrar en contacto con los ácidos estomacales.
Si hablamos de la inhalación de marihuana, sea con porros o vaporizadores, esta es una de las formas menos recomendables para tratamiento de cáncer porque puede haber poco control de la dosificación, así como desconocimiento de la calidad del THC y el CBD en la misma.
En este sentido, también se están estudiando medicamentos en polvo para colocar debajo de la lengua, que contienen extracto de cannabis y dosis específicas de determinados cannabinoides. Así, es posible abastecer el mercado de más productos que puedan adaptarse a los gustos y necesidades de los pacientes, siempre bajo la supervisión médica correspondiente.
¿Cómo es el aceite de cannabis para los tumores?
La información sobre el aceite de cannabis y cannabinoides en general no es la más amplia, pero algunos indicios apuntan a que el cannabis ayudaría a reducir los tumores cancerígenos. El aceite de cannabis es hecho con diferentes cannabinoides, como el THC, y podría estar vinculado con la reducción de tumores, aunque no es un asunto con consenso científico.
El estudio de la reducción de tumores también se ha pormenorizado con respecto a cada uno de sus componentes: THC y CBD. No obstante, aún queda mucho por estudiar.
¿Tendré efectos secundarios al consumir cannabis?
Siempre que consumamos alguna sustancia, tendremos efectos secundarios. Lo mismo pasa con el cannabis y en este caso, hay que sumar el hecho de que uno de sus cannabinoides principales, el THC, si bien tiene ciertos efectos terapéuticos, también proporciona una experiencia psicoactiva que puede resultar desagradable si tu intención al usar esta planta es meramente medicinal.
Fuente: Juan Zambrano