Según el gobierno holandés, cortar el turismo cannábico evitaría cierto tipo de visitantes que tienen un comportamiento que no coincide con los habitantes del país nórdico. Se cree que a partir de esta medida se reducirá el tipo de conducta que a menudo se asocia a este tipo de turistas.
La mayor parte de los Países Bajos ya exige que los clientes de los coffeeshops muestren un comprobante de residencia, pero la regla no se aplica en la capital.
Los propietarios de los legendarios coffeeshops de Ámsterdam están en desacuerdo, ya que no solo tendrían una importante baja en su negocio sino que también consideran que si a los turistas se les prohíbe la entrada a los establecimientos regulados, terminarían en el mercado ilegal.
Ámsterdam es famosa, entre otras cosas, por la vida nocturna (el barrio rojo, cafés y bares de cannabis) que atrae a 20 millones de turistas al año.