En noticias recientes, la Oficina Parlamentaria de Presupuesto de Australia (PBO) ha publicado un informe que explora las opciones para legalizar el cannabis en Australia. Este informe fue encargado a petición del senador David Shoebridge y del Partido Verde australiano, con el objetivo de examinar cómo podría ser un mercado de cannabis legalizado.
La primera opción presentada por el PBO aboga por la creación de la Agencia Nacional del Cannabis (CANA), que actuaría como único mayorista entre productores y minoristas. La CANA se encargaría de fijar los precios al por mayor, conceder licencias a los posibles propietarios de negocios de cannabis y recaudar los ingresos procedentes de las licencias de producción y venta al por menor.
Esta opción legalizaría el cannabis para cualquier persona mayor de 18 años, sin restricciones sobre la cantidad que una persona puede comprar. La venta a menores estaría sujeta a sanciones, como ocurre con el alcohol. Las ventas recreativas estarían sujetas al impuesto sobre bienes y servicios y a un impuesto especial del 25%. Los residentes estarían autorizados a cultivar hasta seis plantas, y el cannabis también estaría disponible para los visitantes extranjeros.
La segunda opción contiene todas las disposiciones de la primera, pero con un impuesto especial más bajo, del 15% en lugar del 25%. Este planteamiento es similar a la ley canadiense sobre el cannabis, en la que los residentes pueden cultivar hasta cuatro plantas en casa y se limita el consumo y la posesión en público.
El PBO predice que el país podría recaudar hasta 28.000 millones de dólares australianos en impuestos sobre el cannabis en la primera década de legalización. El senador Shoebridge sugiere que estos ingresos se utilicen para financiar servicios sociales y viviendas públicas, incluidos el centro de empleo local y el servicio de empleo Youth Allowance.
La senadora Shoebridge también destaca los beneficios de la legalización, como la reducción de los daños causados por la injusticia penal, la creación de oportunidades para las empresas y cooperativas locales y la retirada de miles de millones del crimen organizado. Además, las encuestas han demostrado que la mayoría de los australianos apoyan la legalización del cannabis y lo consumen regularmente.
Si se aprueban los planes del PBO, el cultivo comercial podría comenzar ya en julio de 2023, y las licencias de producción y venta al por menor estarían disponibles en 2023 o 2024. Algunas provincias australianas ya han dado pasos hacia la despenalización del cannabis y otras drogas.
En conclusión, el informe del PBO ofrece una valiosa perspectiva sobre el futuro potencial de la legalización del cannabis en Australia. Dado que los beneficios de la legalización superan a los inconvenientes, es sólo cuestión de tiempo que veamos un mercado de cannabis regulado, seguro y rentable en Australia.
