En los últimos años, la cuestión de los estereotipos discriminatorios por motivos raciales ha suscitado una mayor preocupación, ya que las minorías siguen enfrentándose a la discriminación y los prejuicios sistemáticos en distintos aspectos de sus vidas. Un ámbito en el que este problema está especialmente extendido es el de la salud, en el que determinadas poblaciones son objeto de pruebas de detección de drogas de forma desproporcionada. Un estudio reciente ha arrojado luz sobre esta cuestión, revelando que los pacientes negros e hispanos tienen más probabilidades de someterse a pruebas de consumo perinatal de cannabis que los pacientes blancos.
El estudio reveló que los pacientes negros tenían cuatro veces más probabilidades de someterse a pruebas de consumo perinatal de cannabis que los blancos, con una tasa de pruebas del 32,4% frente a sólo el 8,1%. Los pacientes hispanos también tenían el doble de probabilidades de someterse a las pruebas, con una tasa del 30,5% frente al 15,5% de los pacientes blancos. Además, los pacientes menores de 25 años tenían más del quíntuple de probabilidades de ser sometidos a pruebas, con una tasa del 32,4% frente al 6,1% de los mayores de 25 años.
Los pacientes con planes de asistencia pública también tenían más del doble de probabilidades de someterse a pruebas de exposición al cannabis en el pasado, con una tasa del 39,9% frente al 15,6% de los pacientes con planes privados.
Estos resultados son significativos, ya que ponen de relieve el impacto desproporcionado de la política antidroga en las comunidades negra y parda. Los mexicano-estadounidenses, en particular, han sido objeto durante décadas de una aplicación selectiva de la ley antidroga, en la que la elaboración de perfiles raciales es un hecho habitual durante los controles de tráfico y otras interacciones con las fuerzas del orden. Este estudio muestra que este mismo sesgo está presente en los entornos sanitarios, donde los pacientes negros e hispanos son injustamente sometidos a pruebas de detección de droga
Es importante señalar que el consumo de drogas durante el embarazo puede tener graves consecuencias tanto para la madre como para el niño. Sin embargo, el estudio no demuestra que las pacientes negras e hispanas tengan más probabilidades de consumir drogas durante el embarazo que las blancas. En cambio, sugiere que es más probable que los profesionales sanitarios sospechen del consumo de drogas en estas comunidades basándose en prejuicios y estereotipos raciales.
Las pruebas de detección de drogas durante el embarazo son fundamentales para ayudar a abordar esta crisis a todos los niveles. Sin embargo, es igualmente importante que los profesionales sanitarios aborden la cuestión de los prejuicios en sus prácticas y trabajen para eliminar los perfiles raciales. Esto puede lograrse mediante una mayor educación y formación sobre el impacto de los prejuicios en la atención sanitaria, así como mediante la aplicación de políticas y procedimientos que garanticen un trato justo y equitativo a todos los pacientes.
La aplicación con caracter racista de las pruebas de droga es un problema importante, sobre todo en lo que respecta a las pruebas de detección de drogas en pacientes embarazadas. Los resultados de este estudio ponen de relieve la necesidad de que los profesionales sanitarios aborden y eliminen los prejuicios en sus prácticas, y trabajen para crear un sistema sanitario más equitativo y justo para todos los pacientes, independientemente de su raza o etnia.
Con Información de High Times, Estudio Utilidad limitada de las pruebas toxicológicas en el parto para el consumo perinatal de cannabis